Calabacín
El calabacín (Cucurbita pepo) se originó en el continente americano hace más de 10.000 años y cuando los españoles y los portugueses llegaron al Nuevo Mundo, trajeron esta fruta a Europa. Desde entonces, esta hortaliza se ha hecho muy popular, con una escala global de producción de más de 5.000 millones de toneladas al año. Estados Unidos y China son los principales productores de calabacín. Estados Unidos, de hecho, celebra su propio Día Nacional del Calabacín cada 8 de agosto.
El consumo de calabacín en nuestra dieta nos ayudará a bajar el nivel de colesterol en nuestro sistema, pues muchos estudios han puesto sobre la mesa que la fibra dietética que contiene el calabacín colabora para reducir los niveles de colesterol. Así, sus altos niveles de vitaminas A y C también contribuyen a la disminución del riesgo de la aterosclerosis.
Uno de los mejores beneficios para la salud del calabacín es el fortalecimiento de nuestros ojos (gracias a la luteína y la zeaxantina). Según muchos informes, estos fitonutrientes tienen un impacto significativamente positivo en la vista. Garantizan que nuestros ojos están a salvo de los efectos peligrosos de los rayos solares y previenen la degeneración macular asociada a la edad.
El calabacín es eficaz para el control de peso debido a su saludable combinación de alto contenido en fibra y agua y un bajo contenido de calorías. Todo ello lo convierten en un alimento de baja energía y muy apto para las dietas de control de peso. Además, gracias a su alto contenido en agua y fibra nos sacia antes, ayudándonos a controlar el apetito con muy pocas calorías. Como curiosidad, el calabacín tiene casi la mitad de calorías que la misma cantidad de coles de Bruselas o de brócoli.
El calabacín tiene una gran cantidad de potasio: 295 miligramos por taza. Según la American Heart Association, el potasio disminuye los efectos nocivos de la sal en su cuerpo. Muchos estudios sugieren que aumentar la ingesta de potasio (y reducir la de sodio) puede disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular y las probabilidades de desarrollar enfermedad cardíaca. Como el calabacín también tiene altos niveles de vitamina C antioxidante, coopera para que el revestimiento de los glóbulos funcionen mejor, reduciendo la presión arterial y protegiendo contra las arterias obstruidas.
Fuente: muyinteresante.es